jueves, 16 de agosto de 2012

Quiero hacerte un regalo, algo dulce, algo raro...



"Siento que el viejo cuento aquel no tenga el final que imaginé. Siento no poder hoy escribir esta triste canción y dártela a ti..."

Rápidos movimientos recorren un sin fin de estaciones. Movimientos, luces, pensamientos, sentimientos, ideas, matices, colores, emociones y sueños...

"No un regalo común, de los que perdiste o nunca abriste, que olvidaste en un tren o no aceptaste..." 
Un regalo común es algo que perdura en el tiempo, omnipotente, omnipresente y omnisciente... como el sol que a diario roba espacio en el firmamento colectivo, los rayos del corazón gritan desesperados por salir, sin embargo, aún no se hace de día y la noche esconde demasiadas trampas entre sus brazos. A pesar de tener una existencia material, su interior se mantiene intacto por siempre. 

La esencia de la realidad que observamos se esconde en muchos lugares a la vez, sabe como ocultar lo que verdaderamente queremos ver, solo por maldad, solo por hacerse esperar, consentida, juguetona y a veces un tanto testaruda. A diario busco entre los sueños pedazos de realidad, pistas que el destino haya dejado en mi camino, con tal de guiarme en el largo viaje del infinito. Aquel viaje que desesperado recorro a diario creyendo que no existe un final lógico, favorable y cómodo en el cual descansar. Como aquel viajero que observa el paisaje al viajar en un tren, hipnotizado observo como el reloj avanza sin dar su mano a torcer. No quiero desesperarme, no suelo hacerlo, tampoco es mi intención hacerlo ahora, pero lentamente los segundos empujan mis impulsos hacia un abismo profundo. El viento recibe mis pensamientos entre sus brazos, los eleva y los dispara hacia el interior más escondido en mi mirada... ¡qué ingenuo! 

Una armadura de cual ingenioso hidalgo recubre mi cabeza, no se caerá esta vez ni tampoco mañana. Más aún lentamente comienza a desatornillarse... "Si aún la vida te negara, respira la mía..."





"No has despertado aún, apago la suave luz.." Abrir los ojos ante la más peligrosa de las verdades es un acto más decidor de lo que se cree. ¿Y ahora qué?, ¿los relojes pararán?... Como las fuertes olas golpean con ira las rocas de la orilla, las mismas facetas se acercan sigilosamente a apuñalar a la felicidad, son silenciosas, expertas en crímenes ocultos, no pueden ser descubiertas por ningún tipo de luz. Años enteros llevan utilizando la misma trampa, hasta su fragancia es la misma desde que las conozco.

"Yo descuidaba mi existencia y no me importaba, no quiero hacerme daño más amor..."

La vida es una carrera que todos queremos terminar de correr. Algunos esperan llegar primeros, otros solo quieren terminarla, más yo, lo único que quiero es saber cómo llegué hasta aquí.

La vida es un cuadro que espera a ser pintado. Reflejará la realidad de quien se plante con un pincel frente a ella, pero esconderá un montón de misterios y secretos que solo unos pocos conocerán...

Si, ahora los relojes pararán...

Seguir tu luz es el más suicida de los actos que hoy en día puedo llegar a cometer, pero no hay mal que dure mil años, ni tampoco ilusión que acabe con la fe de los mortales. No al menos en mi mundo. 
Resignado a la rutina, debo ser consecuente. Siempre he amado la rutina, pero esta es la manzana podrida que está arruinando el cajón. El sabor de las oportunidades es hace años el mismo: agridulce... ¡cuanto lo detesto!
El inventario de personalidades se posa frente a mi y me señala lo que debí hacer ayer, lo que hago hoy y lo que podría hacer mañana. Con un fusil de recuerdos apunta directo hacia mi interior y dispara aquellos sentimientos... ¿acaso ya olvidaste que tengo un armazón?
Signos indescifrables ocupan mis energías hoy, pero la curiosidad ha hecho de las suyas y es cierto que, también me gusta que así haya sido.





martes, 13 de marzo de 2012

Cien gaviotas, ¿dónde irán?



















"Siento en mí ultrasonidos de algo que olvidé viendo llover. Siento haber sido tu diablo azul, tu enemigo fiel, ahora tabú..."

"Hoy podrás beber y lamentar que ya no volverán sus alas a volar..."
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Dicen que todos los ríos, tarde o temprano, llegan al mar. ¿Será realmente cierto? Es lógico pensarlo, pero para mi es incómodo asegurarlo. Hay veces en que simplemente uno necesita embarcarse en la más precaria de las ilusiones, tomar como provisión uno que otro sueño e irse en un río que no tenga como puerto final la inmensidad del mar azul. Demasiado peligroso, pero confortante.
Aquel débil cordón umbilical está roto ya, kilómetros de distancia nos separan y cada noche, ilusiones y sueños rondan por la habitación, momentos y recuerdos espían tras las puertas y uno que otro miedo vuela en círculos cerca de la luz del techo. El puerto es grande, majestuoso y brillante. Pareciera ser como si el centenar de luces nocturnas provinieran del fondo del mar; puede ser así también, los corales y las algas fabrican cientos de luciérnagas que lentamente comienzan a emerger y despistan a los peces, quiénes enfrascados en su asquerosa realidad transitan casi por inercia, ocupando más espacio del que realmente les corresponde. Uno que otro perro observa con detención algo a la distancia, siente curiosidad, pero se ve incapacitado de actuar, no le queda más que roer su resignación y olfatear nuevas oportunidades.
Turistas en bicicleta persiguen bellezas obsoletas, pero presentes. Comentan la historia que tapiza el suelo y conversan sobre las rocas y sobre la voz del mar. Uno que otro aborigen urbano reclama sobre la invasión cultural y con un palo recolecta trozos de tiempos pasados, los junta e intenta unirlos con el pegamento de la añoranza: ¿Todo tiempo pasado habrá sido mejor?
Soledad, olas y gaviotas circundan la ciudad... desierto y mar se enfrentan en la más épica de las batallas de la historia. Una batalla continua que no tiene aspecto de acabar, no al menos en un tiempo tangible por la mente humana...

viernes, 2 de marzo de 2012

¿El cielo tendrá mar?


(EXPERIMENTO)
ADVERTENCIA: Lo que usted está a punto de leer es fruto del silencio de la madrugada y de un intento desesperado de escribir con lápiz y papel. Fatal combinación.
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"Como casi siempre, cuando algo se muere, nace la nostalgia buscando un corazón..."
Es inevitable, está hecho, ya cometí aquel delito. La tinta de éste lápiz ya tocó el papel... ¡qué sacrilegio! El tiempo está jugando con todas sus piezas, no da paso a la rendición, es brutal, no quiere perder. Toma con todas sus fuerzas mis ideas y se las lleva lejos, de hecho en este preciso momento me tiene escribiendo sobre él... ¿estúpido, no?
Solo basta reír, reír una vez más ante la imagen decolorada de la realidad. Brillar ante la más negra de las nubes de ésta tormenta. Tomar un poco de agua del más asqueroso de los pantanos. El silencio viene, se acerca y sigiloso ataca, lanza su cuchillo y rompe el sonido de mi lápiz y su erótico contacto con el papel... Éste se desliza, seduce... Seduce hasta que es alcanzado por aquella arma de desánimo e involuntaria somnolencia, destrucción y vacío... Silencio y soledad.
¿Qué queda? Solo uno que otro orbe de vida flotando por el más espectral reflejo de la contemporaneidad, alguien oye su transitar y siente envidia; no quiere ver fluir ni la más mínima muestra de progreso. Huyen, huyen y huyen, a más no poder. Creen ser rápidos, pero cada ciertos metros tropiezan con las trampas del destino. Está claro, a minado todo el camino, será casi un acto divino llegar a salvo. El viento los coge en sus brazos, les cuesta aferrarse, pero lentamente le toman el ritmo. Saben que no es fácil, pero se obstinan en perseverar, nadie sabe exactamente hacia donde van, solo quieren huir del silencio. Mantos oscuros se acercan con macabra religiosidad, saben como deslizarse para asustar hasta el más fuerte de los sansones. Lástima, su presa son solo pequeños colores, ápices de vidas pasadas, una que otra sonrisa y una lágrima de emoción. Solitaria y compungida, avanza, corre de ellos. Fantasmas... fantasmas sin piedad, guiados y preparados para matar. Matar, asustar, infundir pánico, pero sin contacto. Corren, vuelan y transitan en círculos, pero lo hacen. Círculos concéntricos entre si. Están casi llegando a destino, pasado ese sentimiento estarán a salvo. Las garras del silencio ya pueden sentirlos, mientras que a la vez ellos sienten la libertad. Encerrados en su propio mundo encontraron su propio Edén. Demasiado tarde para emocionarse y llorar, la vida es así, ya deben volver a huir... Precisión.

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Aguado en demasía...

domingo, 13 de noviembre de 2011

¿Otra vez?, está bien.

No ésta vez, por favor.
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Si, vacío. Profundo y asfixiante vacío. ¿Qué es lo que vemos?, ¿quién dice que la libertad sea el despertar del alma? Dicen que no hay peor compañía que la de la soledad, pero el tenerla cerca esta vez me hace sentir un poco mejor. Como un torbellino interestelar que arrasa con todo a su paso, el vacío se apodera de mi y con sus punzantes garras destroza lo más puro de mi existencia, lo más ingenuo de mi esencia y lo más blanco de mi interior. Todos los errores van a un puerto donde espera un barco de vapor. Esta vez la ruta no está bien demarcada. Como un emigrante que solo espera un destino mejor, mis decisiones huyen de mi con tal de encontrar algo que las conforte mejor. La baldosa de mi pensamiento se ha resquebrajado y no logra sostener por completo toda la decoración. Huye, corre, vuela y escóndete. Ríe, llora y luego, muere. La plenitud es un manto que difícilmente se expandirá sobre mi, pero como el constante vaivén de las olas, espero que al caer la noche estén más cerca de mis pies. La pleamar me susurra que vaya con ella, me pide y me forcejea con sus brazos. Argumenta que debajo del fondo oceánico, entre algas y coral se puede descansar, hay un silencio enorme allí. Delicioso. Los cardumenes humanos transitan en direcciones opuestas, chocan, se alborotan y luego se vuelven a armar. Igual que los poetas ofendidos, tomaron sus cosas y se marcharon. Golpearon la metáfora con la más sutil de las vulgaridades y rompieron por completo con la realidad.
Arena, calor y hostilidad. Escaso verde y abundante marrón. Sol omnipresente y omnipotente. Vete de una vez por todas y déjame solo tu calor. Tu figura y tu rostro agobian la sensación y la confunden, la mezclan con el espectro de los demás planetas y siento más que energía, siento complicidad. Auroras entrelazadas que traen consigo olores, sensaciones y reflejos. Luces, destellos y agonía.
Me despliego, monto y me aferro. Me aferro con todas mis fuerzas a algo que no se qué es, pero me da seguridad. Se que llegaré a algún destino. Se detiene y encuentro el vacío, nuevamente.

viernes, 23 de julio de 2010

Puedes hacer que nada sea igual, sólo ¡déjate llevar!

"Y al despertar me sentaré en mi lado del sofá para esperarte una vez más..."
Quizá el sentido directo de esa frase es netamente amoroso pero la imaginación humana es muy volátil e incomprensible a mi parecer. A lo que me refiero es que las cosas son muy subjetivas y si yo me lo propongo, para mi el negro es en su interior blanco. "Al igual que un gas invade un laberinto, la nostalgia se hizo con mi corazón..." ¡Cómo los quiero! Sí, a todos ustedes. Sinceramente soy tan afortunado de tenerlos. Amigos, qué difícil es encasillar a una persona dentro de ese márgen, pero a la vez, qué difícil sería no tener a nadie para hacerlo. Las personas somos muy interdependientes con nuestra familia y amistades y vaya que es cierto. Quiéranlo o no, hasta el más fuerte necesita de vez en cuando un hombro en el cual apoyarse, ¡y vaya que he tenido más que un hombro!. Todas las instancias que me han regalado son totalmente únicas y maravillosas; quiénes las han vivido conmigo saben qué las hace tan especiales. Esa magia... "hoy me han contado que lo más bonito que hay es compartir..." Creo personalmente que una amistad completa es aquella que ha pasado o ha conocido todas las instancias que la vida nos puede regalar. Risas, penas, llantos, desazón, furia, alegría, euforia, entusiasmo, etc, etc... es entender la vida en su dimensión. Si la vida me diese a escoger nuevamente, los escogería una y mil veces a ustedes. Aquellos que de la nada saben crear, aquellos que son totalmente autónomos, aquellos que no conocen palabras como discriminación, odio, calumnia... aunque hay que admitir que Dios sabe cuántos cuentos contamos por disimular...
Hoy nuevamente entendí qué los hace tan diferentes, entendí por qué los quiero tanto.
Gabriela Varas Ortíz... gracias.
"A veces no puedo evitar que se
escapen volando, mis mil mariposas que sueñan contigo a diario, mi indulgencia les abre la celda y te besan llorando, si prometen que en segundos volverán a la realidad..."












sábado, 1 de mayo de 2010

World of Chances ♫


En la incertidumbre de dos opciones, siempre está la obligación de tener que elegir. Creo que he escogido bien y me siento tranquilo. Creo que en nuestra vida encontramos una serie de ciclos los cuales, paradójicamente, tienen un inicio y una data de término. Hoy, puedo afirmar que he finalizado uno y no siento pena por ello. Quizá sea un simple "hasta luego", quizá no, pero sé que no es la primera elección que tendré que hacer en mi vida y me contenta saber que podré dicernir y tomar la decisión correcta cuando la situación lo amerite. Confío plenamente en que el destino me tiene preparado una serie de sorpresas y el tomar nuevas responsabilidades y opciones es un agradable y tentador panorama. No pretendo intentar decifrar lo que la vida me tiene preparado, siemplemente quiero afirmar que estoy con la mejor disponibilidad para afrontar lo que venga.
"Oh, I'm going my own way, my faith has lost it's strength again. Oh, it's been too hard to say, we've fallen off the edge again... I've got a World of Chances"

lunes, 29 de marzo de 2010

Lo circense de mi vida: el equilibrio.


Armonía, tranquilidad, calma, regocijo... Sinónimos todos de la ideal existencia. Dentro de mí, existe una organización interna tan diversa y compleja que solo expertos con material capacitado son capaces de entender y tratar de componer. Mi vida es como el cuerpo cualquiera de un desconocido ser vivo: todo ocupa un específico, determiando, escencial e importante lugar; no hay factor, presencia o ente que esté ahí por simple decoración. En el caso de la comparación, ¿qué sería de un ser humano si de un día para otro perdiera su cabeza?; claramente no podría seguir vivo pero, suponiendo el caso de que sí se pudiera, sentiría un inquietante vacío físico y emocional. Creo que dentro de los aspectos fundamentales de mi vida existen un punto intermedio que es fácilmente reconocible por mi ser interior, ¿extraño, no? . Es simple, todos podemos sentarnos, detenernos un momento y pensar en lo que hay entre la felicidad y la tristeza, la vida y la muerte, las ganas y el desánimo, la entretención y el aburrimiento, etc. En todo lo que me compone y rodea hay un término intermedio del cuál adoro depender. No es fácil llegar a ello pero, una vez que lo encuentras, te sientes tan cómodo y tranquilo que las aflicciones terrenales parecen desaparecer. Toda tu vida cambia su color, ya las preocupaciones no son tan urgentes, ya el aburrimiento no te parece tan monótono y llega a tí una indescriptible sensación de calma. Adictiva e interesante realidad, fascinante existencia, permanente agonía.
No quiero que nada altere el vaivén de mis decisiones, la incertidumbre de mis medidas y la inquietud de mis emociones, por favor no, quiero pasar mi vida entera suspendido de la cuerda entre ésto y aquello.

Dueño de la tinta y el papel: